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Zapateando; policías: violencia injustificable durante la marcha del 1o de diciembre en Guadalajara

5 marzo 2013

Martes 5 de marzo de 2013

Los detenidos durante la marcha del 1 de diciembre enfrentan nuevos cargos a pesar de que el Alcalde Ramiro Hernández había declarado el retiro de las acusaciones contra los 27 jóvenes que se manifestaron contra la imposición de Enrique Peña Nieto el año pasado.

Por: Isaac Sánchez

Proyecto Diez.- 04 de marzo del 2013. Los detenidos durante la marcha del 1 de diciembre enfrentan nuevos cargos a pesar de que el Alcalde Ramiro Hernández había declarado el retiro de las acusaciones contra los 27 jóvenes que se manifestaron contra la imposición de Enrique Peña Nieto el año pasado.

Los nuevos cargos van desde robo de un escudo y daño a la propiedad hasta el robo de cartuchos de armas policiales, no se han presentado pruebas que respalden estas acusaciones. Los detenidos, a través de sus testimonios y videos buscan probar su inocencia y conseguir la exoneración total.

Por otra parte, la policía municipal y estatal llevó a cabo actos de violencia irracional y desmedida, y cometió arbitrariedades contra manifestantes y no manifestantes durante la represión. Quienes fueron desmedidos en el uso de violencia y abuso de autoridad no recibirán castigos graves que sobrepasen la suspensión a pesar de existir varios testimonios que señalen a los involucrados.

A continuación se exponen algunos testimonios recabados que documentan algunas de las agresiones y violaciones a los derechos humanos de los manifestantes:

“Cuando se dio el altercado de que estaban aventando piedras (en el PRI), los policías podían haber atrapado a estas personas y simplemente no lo hicieron. Avanzamos hasta Televisa y lo mismo” comenta Ángel Lorea quien estuvo presente y agregaba que, además, se solicitó a la policía municipal presente que detuviera a los, entre cinco y siete personas, que estaban lanzando piedras contra las instalaciones del PRI y posteriormente a Televisa.

Se sobre entiende que ningún elemento de seguridad hizo nada por detener, en flagrancia, a estas cinco personas encapuchadas que incitaban a la violencia y agitaban la paz. El contingente tampoco se vio capaz de detener, efectivamente, a estas personas.

La marcha continuó su camino dejando atrás a las instalaciones del PRI Jalisco y Televisa, pasaron el puente de Mariano Otero entre consignas y la agitación de sus pancartas y al bajar, al llegar a Av. Las Rosas se encontraron vallas metálicas y el cuerpo de granaderos esperando su llegada. Fue entonces que el ambiente se tensó, frente a la marcha el cuerpo de granaderos impidiendo el paso, obstruyendo el ejercicio de su derecho de libre tránsito y de manifestación. Era cuestión de tiempo antes de que iniciara alguna clase de enfrentamiento.

“Los mismos que aventaron piedras lo hicieron esta vez, sin embargo casi simultáneamente se aventaron piedras del lado de la policía, lo que originó el disturbio. Ya se habían quitado algunas rejas, pero la mayoría continuaban en el lugar. El compañero Christian discutía con los policías, cuando éstos salieron de entre las vallas y tomaron su bicicleta y también a él. Para ayudar al compañero me acerqué a tratar de jalarlo y que no se lo llevaran, pero dos agentes de la agrupación Lobos (iban vestidos de gris) me tomaron cada uno de un brazo tratando de jalarme.

Yo me resistí. Uno de ellos me golpeó múltiples veces con su tolete en la cabeza y en los brazos. Finalmente me solté pero me di cuenta que estaba sangrando profusamente, manchando mis ropas, corrí tratando de detener la hemorragia, ahí me encontré a mi compañera.

Mi compañera y yo corrimos e intentamos caminar y aflojar el paso, cosa que no pudimos puesto que nos dimos cuenta que nos perseguían. Me prestaron una camisa y varios trapos para conciliar mi sangre y poder huir. Finalmente sólo pudimos aflojar el paso hasta llegar adentro de parque de las estrellas, pero como aún había muchas patrullas circulando no nos sentimos seguros.”

Este testimonio es de un manifestante que prefirió permanecer anónimo. Luego de ser golpeado por la policía fue a dar al hospital, recibió trece puntadas en dos puntos de la cabeza y sutura de profundidad. El compañero al que se hace referencia es quien aparece en la fotografía. Esta persona, como se puede apreciar, no fue parte de la violencia perpetrada por un pequeño grupo de personas desconocidas y fue severamente golpeado por la policía municipal y estatal.

La violencia del Estado fue atestiguada por los vecinos aledaños al Parque de las Estrellas, un par de cuadras antes de Av. Las Rosas sobre Mariano Otero. A los vecinos que estuvieron ahí les tocó ver, escuchar y sentir el miedo propio y de los manifestantes que huían de la policía.

Les tocó ver actos arbitrarios por parte de la institución de seguridad pública en su afán por destruir y aplastar a los manifestantes, en su afán de mostrar el poder y la atrocidad de la que el gobierno es capaz, en respuesta a la violencia de la que fue objeto por parte de un grupo limitado de personas.

Un vecino que vive frente al parque y se dio cuenta de los hechos, le dijo esto a los jóvenes:

“Pues estaba la FIL y a mí me llamó la atención porque de repente vi, se escuchaban los pasos de gente corriendo y yo así como de que “mts”. Ah, pero antes de eso vi una patrulla que venía por aquí en sentido contrario, entonces vi cómo la patrulla pues, llegó y pues iba duro, entonces iba como que persiguiendo a la gente. Y fue pocos minutos después cuando vi a toda la gente corriendo y de hecho, los chavos estaban asustados porque decían “no, es que por acá nos van a agarrar y nos van a encerrar” y pues no sabían como por donde.

>> El chiste es que, de hecho, a mí un chavo de ellos, o sea me puse a platicar con ellos y me dijo que si se podía esconder en mi casa pero le dije “¿sabes qué? Voy al parque, si quieres vámonos” y me dice “no es que cuidado, también te pueden agarrar a ti” y le dije “no, pues yo vivo aquí y pues yo traigo al perro, a mi no me van a, no creo que me lleven” o sea, pero bueno, la policía si andaba.

>> Y ya cuando llegué aquí al parque si me di cuenta, empezaron a llegar operativos, o sea más patrullas. Me llamó la atención porque si llegaron, fácil, aquí en esta esquina y en la otra, llegaron cinco y diez patrullas, carros. Y empezaron a sacar sus armas, veías como agarraban sus metralletas y veías como las pasaban a la cajuela, o de la cajuela hacia adelante. Es algo que al menos, yo como vecino, nunca había visto y este… ¿qué más te puedo platicar de ese día?

>> Ah, pues ahí decían los vecinos de que, según eso, sí habían herido a chavos, de que sí obviamente, por el altercado y todo eso y hubo gente que ayudó. A mí me tocó ver, de hecho, a una chava que estaba herida aquí en las fuentes. Llegó la policía también y le pidieron ayuda a la policía de “oye, ayúdanos a llevarla al hospital” porque tenía, se había fracturado algo pero no podía caminar y le dijo a los policías “oye pues échenos la mano, ayúdenos a llevarla al hospital” y este, no sé si lo hicieron los policías. Yo nomás vi eso y ya me retiré.”

La chava mencionada por “El pollo”, vecino que prefirió mantener su anonimato, en efecto se fracturó la pierna tratando de huir de la policía. Cuando cayó, fue apoyada por otro manifestante que se encargó de llevarla para que fuera atendida.

Ángel Loera, quien apoyó junto con otros a la joven, fue detenido en el intento y cuenta lo siguiente:

“Cuando fue la trifulca yo trato de ubicar a mi colectivo, a todas las personas que estaban conmigo y pues, más o menos ubicando a todos, pues me percato que no está ni uno y pues ya me doy el lujo de poder correr. Fue cuando empiezo a ver a un compañero sangrando. A mí cuando me detienen es por auxiliar a una compañera por haberse quebrado el pie, por lo mismo que iba corriendo, se tropezó y se lastimó el pie.

>> Un grupo nos quedamos ahí a ayudarla y un grupo de policías arbitrariamente llegaron y nos agarraron y pues lo demás ya es historia.”

Además de Ángel Loera, joven de 20 años, detenido por la policía y que ahora enfrenta cargos por robo de un escudo y cartuchos de armas (al igual que los otros 26 detenidos) se encuentra el testimonio de Montserrat Narro, quien también estuvo presente en ese momento y fue golpeada con los toletes por la policía. Se quedó con severos moretones que le cubrían el antebrazo completo.

Entre amenazas y hostigamiento, los 27 detenidos el 1 de Diciembre durante la manifestación en la FIL pasaron 53 horas tras las rejas. Sergio Jiménez, detenido aquel día, cuenta que al llegar de Cruz del Sur a la Zona 7,

“en dónde nos encontramos con otros compañeros apresados, para ser un total de 27. Allí también me tomaron mis datos y nos volvieron a separar, ahora me iba a dirigir a un policía guardabosques pues él estaba a “cargo” mío, siendo que a mí me había detenido un policía municipal. Los cargos no nos los querían decir, nos decían que había un policía herido de bala, que mínimo 20 años en la cárcel, violencia psicológica, ya que las instalaciones de Cruz del Sur están en remodelación y muchas fueron las amenazas de llevarnos a lo oscurito en caso de las mujeres, y de darnos una madriza a los hombres.”

“De allí nos esposaron y nos llevaron a la puerta, un señor se acerca e intercede por nosotros, diciendo “son jóvenes no delincuentes”, pero los policías simplemente nos dicen que eso no nos va a servir de nada. Entonces llegaron elementos encapuchados y nos ofendieron y a jalones me llevaron a otra patrulla en donde durante el trayecto un oficial con capucha no dejaba de presionarme el pecho con su rodilla. Al intentar ver por dónde íbamos y levantar la vista, me dijo apuntándome con su rifle “baja la mirada pendejo”. Nos trasladaron a la PGJEJ de la calle 14 donde fui puesto a disposición de Ministerio Público 7 horas después de ser aprehendido. Durante todo este transcurso de tiempo no se me permitió hacer llamadas, quiero manifestar que fuimos golpeados física y psicológicamente, se nos negaron nuestros derechos humanos mínimos, fuimos secuestrados y detenidos injustamente.”

Así termina el relato de este joven que vivió sobre la detención luego de la represión por parte de la policía municipal y estatal, contra los manifestantes del 1 de Diciembre.

En breves palabras, en este artículo se expone la estrategia de represión desplegada por elementos de Seguridad Pública, municipales y estatales, que, sin saber reaccionar actuaron de forma desmedida contra el contingente pero no contra quienes iniciaron el altercado, cuyas identidades aún se desconocen.

Finalmente, Ángel Loera, del Colectivo YoSoy132GDL ve necesario “que la gente se dé cuenta que esto que me pasó a mi le puede pasar a ella, cuando se está manifestando o por andar diciendo consignas o estar en contra del gobierno”.

Para ver más información consulta: la Campaña de solidaridad con los detenidos del 1D GDL


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